Castillo de Alhama de Murcia. EL GRAN FIASCO DE SU RESTAURACIÓN

torre castillo Alhama de Murcia Comparte esta pagina

Lo que prometía ser una esperada y gran obra, tras cuatrocientos años de abandono, que devolviera al castillo de Alhama un aspecto lo más cercano a su original, se ha convertido, por obra de arte de la “modernidad” y de los “criterios” de los “artistas” de turno, en un verdadero fiasco que ha supuesto por una parte el perder lo que se tenía, y por la otra el no obtener nada mejor, destruyendo para siempre la imagen más representativa de Alhama y pagando además un alto precio por ello.

Aunque la normativa legal sobre restauraciones establezca una serie de condicionantes y normas, también es cierto que los márgenes de actuación son necesariamente amplios en función de cada caso. Y aquí, los responsables de tener esos criterios han fallado estrepitosamente y han convertido al castillo de Alhama en un falso decorado de discoteca, para presunto y desgraciado lucimiento de un arquitecto contratado –se dice–  por su gran currículum (viene necesariamente a la memoria el célebre Calatrava) y un técnico municipal también de amplia carrera regida únicamente por el marketing, que, o bien ha agachado la cabeza, o bien no tenía ni idea del daño que su presunta incompetencia estaba haciendo a su propio pueblo.

Dos escritos se han presentado ante la Consejería de Cultura con fechas 18 y 26 de septiembre de 2012, y se ha mantenido una larga reunión con técnicos de esa Consejería el mismo día 26, desprendiéndose de todo ello el que al final, a pesar de su supervisión sobre un proyecto previo presentado por ese célebre arquitecto (se desconoce su nombre), sobre la marcha pueden haberse aplicado una serie de particulares criterios de carácter personal que de alguna manera han escapado a su control como es el caso del acabado de torre, algo que parece ser de cosecha propia del funcionario municipal José Baños Serrano y también, al parecer, del arquitecto municipal, Domingo Monserrat.

De una manera o de otra el daño ya está hecho, y es para siempre, y tiene difícil solución. Y también ya siempre, cuando se mire al castillo, no habrá más remedio que acordarse de los responsables de semejante atropello.

A continuación puede leer, descargar o compartir los escritos presentados a la Comunidad Autónoma.